El Binge Drinking es una de las principales causas entre los adolescentes españoles
Marina Fugardo. Castelló
Hemos vuelto a la “normalidad” y con ello se han retomado las tan deseadas fiestas. En el caso de la Comunitat Valenciana, las fallas y la Magdalena han triunfado en el público joven, pero uno de los factores protagonistas ha sido el alcohol. Los jóvenes se caracterizan por relacionar diversión con alcohol, pero ¿son verdaderamente conscientes de lo que puede conllevar esta práctica?
En España, 7 de cada 10 jóvenes ha consumido alcohol en algún momento de su vida. Esto se ve reflejado en la posición que tiene nuestro país respecto al resto ya que se encuentra entre los 30 primeros países del mundo que más consumen alcohol per cápita. Según nos cuenta Celia Prat, jefa del equipo de Formación de la Fundación FAD Juventud, estos datos han ido descendiendo pero siguen siendo altos y preocupantes para la población menor de edad.
Una persona empieza a beber este tipo de sustancias a la temprana edad de 14, sin distinción entre ambos sexos. En cambio, según un estudio estadístico llevado a cabo por el Ministerio de Sanidad, los jóvenes empiezan a experimentar la primera “borrachera” alrededor de los 15 años.
Botellas de alcohol frecuentes en el consumo de los jóvenes/ Fuente: Marina Fugardo
Bebidas de frecuente consumo
La bebida alcohólica por excelencia entre la juventud es la cerveza, según datos extraído de un estudio de Kantar Worldpanel. La segunda posición la ocupan los destilados más comunes que forman los “cubatas”: ron, ginebra, whisky y vodka, siendo este último el menos frecuentado de todos. Un complemento muy común que acompaña a estas bebidas es ingerir drogas para incrementar la experimentación de adrenalina.
La adquisición de dichas sustancias está limitada por la franja de edad en nuestro país ya que hasta que los jóvenes no cumplen los 18 años no se les puede vender alcohol en todos los supermercados de España. Pero esto no es un obstáculo puesto que casi la mitad lo consigue en pequeños comercios como bares y bazares.
Consecuencias del exceso de consumo de alcohol
Una de las prácticas más concurrentes en los últimos años entre los jóvenes es el conocido Binge Drinking, derivado del fenómeno botellón. Consiste en beber la mayor cantidad posible de alcohol en el menor tiempo posible, cumpliendo así con el objetivo de lograr una gran cantidad de efectos como la embriaguez. Para ponernos en situación, consiste en ingerir entre 4 y 5 bebidas (depende del sexo ya que los hombres tienden a consumir más) en un intervalo de 2 horas. Actualmente, 3 de cada 10 estudiantes confiesa haber realizado esta práctica en forma de atracón, afirma Prat.
Imagen explicativa del concepto binge drinking / fuente: National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism
El frecuente consumo de este hábito conlleva una serie de consecuencias de las cuales los adolescentes no son muy conscientes ya que, al no tener percepción de lo que les sucede, continúan haciéndolo:
- Una de ellas es la famosa borrachera o resaca de la cual 2 de cada 5 adolescentes han sido testigos los últimos 30 días, según el Ministerio de Sanidad, Política social e Igualdad.
- Tras un período de consumo frecuente, puede llegar a conllevar problema en nuestro cuerpo como por ejemplo el aumento de la dificultad de diálogo, disminución del nivel de consciencia o el que más tenemos presente, el coma etílico.
- También pueden ser a largo plazo, por lo cual nuestro sistema empezará a verse afectado e iniciará su descenso en forma de cansancio e incapacidad de movimiento.
Motivos principales del consumo del alcohol
La etapa de la adolescencia se caracteriza por la locura y el poco miramiento por los actos que se realizan. De hecho, se tiene muy en cuenta la opinión y el juicio ajeno ya que va muy ligado al estado de la reputación y entorno social de la persona. Por ello, el principal motivo que explica esta práctica es la aceptación de los demás a través de esta herramienta, considerada siempre la primera opción útil y fácil, incrementando así la apariencia de “ser más adulto/a”.
«Bebo para hacer interesantes a las otras personas.» Groucho Marx (1890-1977)
Gráfica con los motivos de consumo de alcohol en jóvenes/ fuente: marina Fugardo
En el siguiente gráfico se recopilan los diversos motivos por los cuales los jóvenes se inician a consumir bebidas alcohólicas. En este caso, no se fragmenta en dos sectores (mujeres y hombres) ya que es desde una perspectiva general. En primer lugar, encontramos el factor por excelencia que es el sabor, el cual es el atractivo esencial de estas bebidas hacia los adolescentes y eso hace que el consumo de estas incremente. Le sigue el causante de la diversión y el ocio puesto que es una de las principales motivaciones de esta generación a la hora de relacionarse y salir de fiesta. Las circunstancias de la experiencia y la subsanación de los problemas personales surgen de forma equitativa y, finalmente y de forma paralela surge el combate de la timidez a la hora de socializar, detonante muy presente en la vida de los adolescentes de hoy en día.
Por otro lado, también hay una pequeña parte que no tiene ningún motivo por el que beber y se encuentra en un contexto contrario al de la tabla. El principal factor por el cual hay jóvenes que descartan la opción de consumir alcohol son los problemas de salud que acarren a corto o largo plazo el hecho de realizar estas prácticas. Además, otra causa relacionada con el entorno de la salud es la posible pérdida de control a la hora de consumir y la poca consciencia que se tiene, acción que puede desembocar en consecuencias peligrosas.
Posibles consecuencias peligrosas
Las principales consecuencias que acarrean este tipo de prácticas las conocen la mayoría de jóvenes del país, pero no tienen en sus planes otras mucho más peligrosas que no pueden prever como la muerte. Actualmente en España, la media de 15.489 muertes al año se mantiene y su causa principal está relacionada con el consumo excesivo de alcohol. Una de cada cuatro muertes por alcohol son jóvenes localizados en un rango entre los 20 y 24 años.
Por ello, se han establecido una serie de niveles de consumo de alcohol considerados de “bajo riesgo de mortalidad general” cuya finalidad es fijar una cantidad máxima de consumo tanto para hombres como para mujeres (diferenciación hecha por la constitución de cada sexo), según la Revista de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.
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