La evasión de las drogas, la salida fácil de los jóvenes
Consumo de drogas en jóvenes / Fuente: El Diario de Cádiz
Raquel Pérez. Jérica
Jose Casas es un joven de 22 años que ha comenzado a trabajar en una empresa de arquitectura al finalizar sus estudios superiores del mismo. Desde los 16 años se ha metido en el mundo de las drogas ilegales, pero desde hace 3 años su consumo de drogas más fuertes ha incrementado.
P: ¿Quién es Jose? ¿Cómo se adentró en este mundo?
R: Jose es un joven normal y corriente que trabaja, tiene todos los meses su sueldo, le gusta estar con sus amigos, familia y divertirse. Empecé con los porros cuando estaba veraneando en el pueblo, un día un amigo y yo quisimos probarlo y desde ahí mi consumo de marihuana ha ido aumentando, al principio era solo por probarlo y de fiesta y ahora casi todos los días consumo.
P: ¿Por qué empezaste a consumir drogas duras?
R: Estaba en una situación complicada, acababa de salir de una relación justo antes de verano y sentía que necesitaba liberarme. Justo coincidió que me iba a un festival con unos amigos y allí me ofrecieron probar las pastillas. Lo hablé con un amigo y los dos decidimos probarlo, era simplemente para vivir la experiencia y saber lo que se sentía, queríamos probar cosas nuevas. Luego durante el verano pasó lo mismo, empezamos a probar nuevas experiencias con la intención de hacerlo una única vez, pero no fue así.
P: ¿Has llegado a plantearte meterte en un centro de desintoxicación?
R: No nunca. Ahora vuelvo a consumir de fiesta por voluntad propia, pero en su día cuando me di cuenta que se me estaba yendo de las manos supe pararlo. Es cierto que tuve muchísima fuerza de voluntad, pero supe cortar radicalmente, excepto con los porros, que es una droga que he normalizado y no quería dejarla tampoco.
P: ¿Cómo fue el proceso de dejarlo?
R: Fue una decisión difícil, pero necesaria. Me adentré mucho en el mundillo y comencé a ganar algo de dinero de una manera fácil y encima me drogaba gratis, entonces me parecía un chollazo. Ahí estaba estudiando y no trabajaba entonces el dinero me venía genial y encima no me costaba ningún esfuerzo conseguirlo. Un día de repente me di cuenta de que se me estaba yendo de las manos y se me juntó con que no estaba del todo bien psicológicamente. No se cómo pero tuve una actitud radical y supe cortar de raíz, menos los porros, que ya te lo he comentado antes.
P: ¿Crees que hay presión social para consumir?
R: Claro que la hay, pero con el alcohol también. Si una persona sale de fiesta y no bebe todo el mundo le pregunta, hemos normalizado salir y tener que beber, ahí ya ejercemos la presión. Y luego pues tu grupo de amigos, esa es la mayor presión que hay. Yo sin ser consciente la ejercí, pregunté si alguien quería probar pastillas conmigo y mareé un poco para conseguirlo. Ahora lo miro con perspectiva desde fuera y la verdad que no estuvo bien, pero en el momento no lo piensas. Cuándo las dejé radicalmente tuve que dejar ese grupo de amigos, era imposible salir y no consumir, tienes que tener mucha fuerza de voluntad y es algo que yo no tenía porque encima me gustaba la sensación.
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