El FC Barcelona – Wolfsburgo acoge un total de 91.648 personas
La afición blaugrana ovacionando a las jugadoras del FC Barcelona tras finalizar el partido de la ida de semifinales de la Champions contra el Wolfsburgo en el Camp Nou / Fuente: Laura Cabezas
Laura Cabezas. València
«Puede ser el inicio de una nueva era». La frase icónica que pronunció Alexia Putellas en la previa del partido de la Champions contra el Real Madrid cobra más sentido que nunca. En menos de un mes, los alrededores del Camp Nou se han visto en varias ocasiones inundados por miles de personas. Personas ilusionadas con 23 jugadoras que están cambiando la historia de este deporte. Claro ejemplo de ello es el día de ayer.
Barcelona amanecía azul y grana. Desde buena mañana, las calles de la ciudad condal se encontraban repletas de camisetas y bufandas del equipo culé. A diferencia de otras ocasionas, esta vez, las protagonistas de esas camisetas eran ellas, las chicas. Unas jugadoras que soñaban con volver a llenar el Camp Nou y hacer historia.
Se acercaba la hora del partido, las calles cercanas al templo azulgrana comenzaban a llenarse de gente. Personas de todas las edades y de todos los rincones de España esperaban ansiosas el recibimiento a las jugadoras. «Venimos desde Galicia para apoyarlas», indica Ana junto a su abuela Cándida. Una nieta y abuela que no dudaron en recorrerse más de 1000 km para verlas en directo.
Pasadas 17:00 de la tarde, el autocar culé se adentraba entre una multitud de aficionados que animaban a las chicas. Bufandas al aire, banderas ondeando y una marea blaugrana alentando al equipo, hacía presagiar que iba a ser otra tarde para enmarcar, que pasaría a la historia del fútbol femenino y del fútbol en general.
Una vez dentro del estadio, el Camp Nou vivió una fiesta. Canticos, ovaciones, aplausos… eran la banda sonora de una afición comprometida con sus jugadoras y ansiosa por quitarse la espina clavada desde hace dos años, cuando el mismo Wolfsburgo las eliminó de la Champions por la mínima. «Son las mejores del mundo y lo van a demostrar, da igual lo que pasó hace dos años», comenta el pequeño David de diez años, quien visitaba el Camp Nou por primera vez.
Desde el inicio del partido hasta el pitido final, la afición no dejó de animar. Una afición que se vino arriba con los goles de Aitana, Hansen, Jenni y Alexia, quien marcó dos. Cinco goles que hicieron levantar del asiento a 91.648 personas. Unos datos de asistencia que pasan a la historia de este deporte, puesto que el equipo blaugrana consiguió el récord mundial de asistencia en un partido de fútbol femenino, batiendo su propio récord.
«Volvieron hacer historia», «Son las mejores», «Que aprenda el masculino de ellas» son algunas de las frases que se escuchaban tras el pitido final. Los aficionados culés perplejos ante el juego de su equipo se rendían ante elogios a las jugadoras. «Hacía tiempo que no disfrutaba de una tarde en el Camp Nou como la de hoy», comenta Pepe, socio del club que no dudó en apoyar a las chicas y venir a verlas, ya que en el partido anterior no pudo asistir.
Este partido, FC Barcelona - Wolfsburgo, es otro punto de inflexión dentro del fútbol femenino y una clara evidencia de que el partido contra el Real Madrid no era un espejismo, ni pura casualidad, sino toda una declaración de intenciones de que las cosas están cambiando. Atrás ha quedado la expresión “el futbol femenino no interesa” y haciendo referencia a la frase de Alexia, claro que es el inicio de una nueva era.
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