El trabajo del Influencer es más difícil de lo que se creen los jóvenes
Laura Cabezas. València
Las generaciones van cambiando y con ella la sociedad. Hace apenas diez años, o incluso menos, cuando preguntabas a los jóvenes a que se querían dedicar en un futuro, la mayoría te decían profesiones “de toda la vida” como maestro, ingeniero, enfermero…Ahora, una década después, la respuesta no es la misma. Según el estudio Ron Brugal «Mamá, quiero ser influencer» realizado por EL DEPARTAMENTO, un 39% de la generación Z, los jóvenes entre 18 y 23 años, querría encaminar su futuro laboral en torno a la creación de contenidos en las redes sociales, un influencer.
Una fila de jóvenes con los teléfonos en las manos/ Fuente: ABC
La parte visible para todas las personas sobre lo que rodea a los influencers son los contenidos que muestran a través de sus redes sociales. Viajes, ropa de lujo y un sinfín más de privilegios que están al alcance de muy pocos. Por ello, la mayoría de los jóvenes se piensan que es un simple trabajo y quieren dedicarse a esto. «Ojalá poder dedicarme a las redes sociales, solo con subir fotos y promocionar marcas o productos el trabajo ya está hecho», comenta Lucia Moreno, joven de 20 años que le encantan las redes sociales.
Sin embargo, la realidad no es así. No es todo de color de rosas, ni tan sencillo como subir una foto a Instagram. Para llegar donde están tienen que dedicar muchas horas del día a generar dichos contenidos y deben tener un nivel de interacción necesario para tener visibilidad. «Es un trabajo con demasiado lujo, pero muy sacrificado», declara María Pombo en el programa El Hormiguero.
María Pombo en el programa El Hormiguero / Fuente: @mariapombo
Juan Rodríguez, experto en redes sociales, hace hincapié en la falta de transparencia por parte de muchos creadores de contenido a la hora de publicitar productos que ni a ellos mismo le gusta. «Hay personas que se dedican a ello exclusivamente por dinero. Una decisión respetable, pero a mi parecer errónea porque el seguidor es fiel a ti porque te cree y si tú lo engañas, al final, va a dejar de creer y de seguirte», concluyó el experto.
Es un trabajo en el que debes tener en cuenta muchas cosas como el alcance de la audiencia, el control del mensaje, la credibilidad y autenticidad que transmites o la medición, entre otras tantas. Unos factores que no todo el mundo es capaz de transmitir ni aun teniendo una elevada cifra de seguidores.
En relación con ello, durante una alfombra roja de Los 40 Music Awards Aida Domènech, conocida como Dulceida en el mundo de las redes sociales, declaró que no todo el mundo con una gran cantidad de seguidores se le puede considerar un creador de contenido. «Yo creo que ahora es fácil tener seguidores, pero los influencers, somos muy pocos», comenta la joven.
Dulceida en la alfombra roja de Los 40 Music Awards / Fuente: @dulceida
La figura de los influencers es cada vez más habitual. Guste más o menos, los influencers han venido para quedarse y con el paso del tiempo es menos raro que los jóvenes quieran dedicarse a ello. A pesar de que las posibilidades de llegar a ser un creador de contenido consolidado sean mínimas y muchos no sean conscientes de todo el trabajo que supone, la gran mayoría juvenil tiene muy claro que su futuro se encuentra en las redes sociales.
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