La hegemonía del deporte rey sigue perteneciendo al sexo masculino
Nuria Cifuentes. València
El bajo número de licencias deportivas federadas femeninas en nuestro país no es un hecho que sorprenda. El poco reconocimiento de la mujer en el deporte es un suceso que a día de hoy continúa ocurriendo en el mundo. Sin embargo, el pasado 27 de marzo se hizo historia en España. El FC Barcelona y el Real Madrid se enfrentaban en el Camp Nou con 91.553 espectadores, un acontecimiento que pasará a ser recordado mundialmente. A pesar de este hecho, sigue sin ser reconocida la figura de la mujer deportista, principalmente en el fútbol. «Este hecho ha marcado un antes y un después en el fútbol femenino. Las chicas estamos haciendo historia», indica Marta Carro, capitana del Valencia CF.
Desde el 2016, las licencias deportivas femeninas han ido en aumento. No obstante, solamente constituyen el 5.2% del total nacional, en comparación con el 94.8% de los hombres. Una diferencia notoria que ha sido evolutiva para ambos sexos hasta alcanzar en 2020 más de un millón de inscripciones federativas en España.
Misma actividad, menos licencias
Según el Ministerio de Cultura y Deporte, las licencias federadas de mujeres fueron 77.461 en el año 2020 en este deporte; en cambio, las masculinas ascendieron a 997.106. Una diferencia aproximada de 920.000 licencias que evidencia la gravedad y la gran distancia en la que se encuentran las féminas para llegar a alcanzar el mismo nivel que los hombres, realizando la misma actividad. «Seguimos siendo las grandes olvidadas, aunque haya una evolución creciente. El fútbol masculino sigue siendo el prioritario y a nosotras nos toca quedarnos a un lado», comenta la futbolista valencianista. Una cifra que no llega ni a las cien mil y que se ve repetida a lo largo de la historia en el sexo femenino.
Ilustración 1 – Licencias totales futbolísticas en España en 2020. Gráfico de elaboración propia con datos extraídos del Ministerio de Deporte
Un punto de inflexión
El balompié desde sus inicios siempre ha sido asociado a los hombres. Patrocinadores, espectadores, contratos, licencias, grandes sueldos… Todo iba destinado para ellos y la mujer era apartada de los mismos.
En octubre de 2017, el movimiento MeToo dio un giro en el camino y provocó que el mundo femenino tuviese mayor importancia para las instituciones. Las reivindicaciones y manifestaciones en contra de lo establecido hasta el momento dieron sus frutos. 1 de cada 10 mujeres fueron inscritas oficialmente en España en el deporte rey. Ese mismo año, se registraron un 37% más de licencias en comparación con el año anterior (2016), donde se dieron más de 20.000 nuevas. «Movimientos de este tipo ayudan a la visibilidad de la mujer en todos los ámbitos», añade Carro. A pesar de ello, en el total nacional sólo ocupaban el 6%, mientras que las masculinas llegaban hasta el 94%.
Ilustración 2 – Licencias totales futbolísticas en España en 2016 y 2017. Gráfico de elaboración propia con datos extraídos del Ministerio de Deporte
Lo mismo ocurría en el 2018. Solo aparecieron 5.000 licencias federadas nuevas para ellas; sin embargo, del total de las entregadas, los hombres recibieron casi un millón: 998.000. Esto demuestra la diferencia que existe entre ambos sexos en el ámbito deportivo, generando una evolución mínima en las mujeres. En dicho año, ellas no llegaron a constituir ni una cuarta parte del total de concesiones federativas.
Ilustración 3 – Licencias totales futbolísticas en España en 2018. Gráfico de elaboración propia con datos extraídos del Ministerio de Deporte
A pesar de ello, empezaron a aparecer acontecimientos que demostraban el cambio, como fue el caso de la primera jugadora en ganar un balón de oro. La futbolista noruega Ada Hegerberg, se convertía en la primera mujer que era obsequiada con este galardón, el más importantes a nivel individual en esta disciplina. «Que una futbolista gane el Balón de Oro demuestra que nosotras también estamos aquí y que luchamos por llegar a lo más alto», indica la capitana del Valencia.
El año del cambio
2019 quedó marcado en la historia del fútbol femenino. En el tiempo será recordado como el pitido inicial del partido de la lucha por la igualdad. El fútbol femenino se alzó y reivindicó su lugar en el deporte y, especialmente, en el mundo del balompié. En noviembre de este año, las jugadoras de la Primera División femenina española se declaraban en huelga indefinida para reivindicar la existencia de un convenio. Un acontecimiento que provocó el aumento en las licencias femeninas llegando hasta las 71 mil, 6000 más que en el 2018. «Cada vez más niñas se apuntan a las escuelas y demuestran que el fútbol no es cosa de género», argumenta José Antonio Rodríguez, presidente de Los Silos Club de Fútbol, Burjassot. Crecieron en número, pero no hubo una disminución en la desigualdad. Los hombres seguían constituyendo el 93,5 % de licencias españolas en el fútbol.
Ilustración 4 – Licencias totales futbolísticas en España en 2019. Gráfico de elaboración propia con datos extraídos del Ministerio de Deporte
Una pequeña evolución
En estos últimos cinco años la tendencia de las concesiones deportivas oficiales femeninas ha ido al alza. La de los hombres, de la misma forma, ha aumentado también. La evolución denota la importancia que tiene dicho deporte, al igual que muestra que sigue siendo un deporte asociado al sexo masculino. Una evolución en dicho sexo que se observa desde 2016 hasta 2019; sin embargo, en 2020 aparece un pequeño descenso. En el caso contrario, las mujeres han ido en constante evolución creciente desde hace cinco años, aunque lento. «Ver a las chicas jugar me hizo replantearme seguir en el fútbol tras perder la ilusión», añade Lucía García, jugadora amateur. Este aumento se notó especialmente en el transcurso del 2016 al 2017. En 2020 llegaban hasta las 77 mil, un 57% más que en el primer año (2016).
Entre ambos sexos las licencias también han ido al alza, pasando de las 950.000 en 2016 hasta más de 1 millón en el último año.
Ilustración 5 – Licencias totales futbolísticas en España en los últimos cinco años. Gráfico de elaboración propia con datos extraídos del Ministerio de Deporte
El fútbol sigue teniendo más movimiento en el mundo masculino, en comparación con otros deportes, como es el ejemplo del voleibol en el que las licencias femeninas son mucho más superiores que las masculinas. A pesar de ello, en la mayoría de deportes sigue habiendo distancia entre ambos sexos, sea de una forma más o menos considerable.
A día de hoy, el fútbol femenino sigue evolucionando y esto se puede evidenciar con las cifras de los espectadores, tanto en el campo como en la televisión. Ejemplo de ello fue el derbi español de Champions jugado el pasado marzo o el caso de Alexia Putellas, primera española y tercera mujer del mundo en ganar un Balón de Oro. Momentos clave que pasarán al recuerdo y que pueden ser el principio del cambio. Sin embargo, parece que para llegar a esa igualdad plena todavía queda esperar.
Comments